Comité Editorial GNP
1. Cuándo y cuánto demanda la conformación de los huesos y la adecuada mineralización ósea?
La formación ósea inicia desde el mismo momento de la gestación y, posterior al nacimiento se prolonga a lo largo de las DOS PRIMERAS DÉCADAS DE LA VIDA (20 primeros años!).
2. ¿Qué aspectos son fundamentales para conformar y mantener la salud del hueso?
- La nutrición es uno de los factores que influyen en la salud ósea de manera directa (provisión de sustratos) e indirecta, por ejemplo, a través de la modulación de hormonas que dirigen el proceso de construcción del esqueleto.
Diferentes nutrientes intervienen en la formación ósea. Por tanto, para alcanzar huesos fuertes y resistentes, se necesita:
una buena nutrición materna durante la gestación y
una excelente alimentación del niño y joven hasta sus 20 años,
Ambos, serán factores predisponentes.
- La “Programación génica” define el crecimiento y la consecución del pico máximo de densidad ósea. No obstante, a pesar de este “programa” predeterminado, la adecuada ingesta de nutrientes podría modular (evitar, enlentecer) la aparición de enfermedades en el esqueleto.
- Otro factor importante es la actividad física, que contribuye con el desarrollo óseo regional y el corporal total. El ejercicio y actividades como saltar o correr, fomentan la formación del hueso y su protección, previniendo sobrepeso y obesidad, factores negativo para la salud ósea.
3. ¿Qué nutrientes se requieren para conformar y mantener la salud del hueso?
Para construir, mantener y aumentar la resistencia a la pérdida “programada” del hueso, se necesita del “abecedario” de la nutrición, es decir, se requieren diferentes nutrientes. Entre ellos,
Por empezar, el crecimiento depende de suficiente disponibilidad de calorías (energía).
Asimismo, es clave la disponibilidad tanto de Ácidos grasos esenciales (AGE), ácido linoleico y ácido linolénico y de ácidos grasos de cadena muy larga (LC-PUFA), particularmente del ácido Araquidónico y sus derivados, los eicosanoides, que tienen gran ingerencia, en la conformación del hueso. Además, debe existir una relación adecuada entre ácidos grasos omega 6 y ácidos grasos omega 3, lo cual protege contra la pérdida ósea.
Proteínas (Aminoácidos), Zinc, Hierro y vitamina C, que entre otras, dirigen la formación de la “matriz de colágeno” que a su vez, permitirá el depósito de sales de calcio y facilitará el “endurecimiento” del tejido.
También, la suplencia de Cobre influye sobre la composición y la estructura del hueso.
Vitaminas como la D, vitamina K, vitamina E y vitamina A, son especialmente esenciales, para la construcción y remodelación óseas y, en especial la vitamina E, protege al hueso del estrés oxidativo.
El Fósforo, en conjunto con el Calcio son esenciales como parte de los cristales de hidroxiapatita, destacándose la necesidad de una relación óptima entre ellos.
Potasio y Bicarbonato, Magnesio, Flúor y también Boro y el Yodo, cumplen diferentes funciones.
4. ¿Es verdadero que el calcio prese es de los nutrientes más condicionantes de la salud ósea?
Numerosos estudios demuestran que una ingesta adecuada de calcio acorde con las recomendaciones, desde la infancia, asegura en la edad adulta y en la senectud, mayor densidad mineral ósea y una pérdida más lenta.
El calcio ingerido entre el primero y el segundo año de vida se correlaciona positivamente con la densidad mineral ósea hacia los 5 años. De hecho, en el primer año, se alcanza el 40% de la densidad mineral ósea.
Es decir, el depósito de masa ósea en el primer año de vida resulta igual o mayor al que se alcanza en cualquier otro período de la vida.
5. ¿Qué acontece cuando no hay suficiente provisión de nutrientes fundamentales para el hueso?
Ante la carencia de nutrientes condicionantes, se desarrollan diferentes fases de la osteoporosis, es decir, la reducción progresiva de la masa ósea y alteración de la histoarquitectura del hueso, raquitismo y fracturas. Todas las enfermedades enumeradas se vinculan con la deficiencia de nutrientes, en particular, de calcio y vitamina D, y pueden acontecer en la infancia.
6. ¿Cuál es la realidad en Colombia?
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSIN) del 2005 muestra que la ingesta de calcio se encuentra por debajo de las recomendaciones, situación que se exacerba en la adolescencia y en la vida adulta, donde el 90% de la población resulta deficitaria en el consumo de calcio.
7. ¿Qué hacer?
Desde que el niño comienza la alimentación diferente a la leche materna y/o fórmula infantil, es importante incluir alimentos de todos los grupos, liderados por la presencia de leche materna, fórmulas infantiles, y en mayores de un año, leche de bolsa, yogur y kumis como principales proveedores de calcio, vitaminas D y A, proteínas, entre otras,
Promover la variedad en la alimentación
Fomentar prácticas alimentarias saludables
Promover el ejercicio físico, diario