Obesidad infantil, un problema en aumento y que inicia en la infancia

Segunda entrega


• Huang J, et al. Childhood Obesity for Pediatric Gastroenterologists. JPGN 2013; 56: 99–109.
• ENSIN, 2010
• Estrada, E et al. Children´s Hospital Association Consensus Statements for Comorbidities of Childhood Obesity. Childhood Obesity 2014; 4 (10)- DOI: 10.1089/chi.2013.0120.

Tratamiento: El manejo de la obesidad debe ser multidisciplinario, incluyendo pediatra, endocrinólogo pediatra, gastroenterólogo pediatra, nutricionista, psicólogo, y en algunos casos, cirujano pediatra.

• La base del tratamiento no ha cambiado a lo largo de la historia de la medicina. Radica en lo que siempre se ha mencionado, CAMBIOS EN LOS ESTILOS DE VIDA”: hábitos saludables de alimentación, actividad física y un buen patrón de sueño, con la finalidad última de mejorar el equilibrio entre el ingreso y el gasto de energía. Todos estos aspectos se refuerzan y refrendan hasta la actualidad en diferentes investigaciones y congresos de actualización y aún nos falta actuar en la práctica! NO BUSQUEMOS OTRO TRATAMIENTO PORQUE EN ELLOS RADICA LA MAGIA…!

 

• Desde el 2007, la Academia Americana de Pediatría, insiste en que en la alimentación del niño y del adolescente deben excluirse las bebidas azucaradas de todo tipo, naturales y no, reducir el tamaño de las porciones, asegurar la ingesta diaria de 5 a 9 porciones entre vegetales y frutas, la importancia de tomar el desayuno y de comer la mayor parte de las comidas en la casa, compartir alguna comida en familia así como la práctica diaria de 1 hora diaria de actividad física moderada o intensa y disminuir las horas dedicadas a actividades sedentarias (mirar tv., videojuegos, etc).

• El problema en Colombia es serio!!! Los datos recopilados reflejan hábitos y una cultura que prefiere comer por fuera o comida comprada y las elecciones no resultan las más nutritivas y saludables. Asimismo, en los colegios y jardines infantiles optan por lo que la cultura y los mitos les dictan, “brindan jugos, gelatinas, ponqués, galletas” en lugar de agua, frutas o un lácteo, como refrigerios.

• Idealmente, los niños y adolescentes con esta patología y sus complicaciones, deberían incluirse en un programa de intervención y motivación, donde se les oriente y se les apoye tanto al paciente como a la familia. Teniendo en cuenta que siempre el paciente será el eje del tratamiento y desde él se deberá lograr también, el cambio de la familia.

• Se han evaluado medicamentos (Orlistat, Metformina) y cirugía bariátrica (solo en adolescentes), no obstante, su efecto a largo plazo es debatible. Igualmente, las cirugías presentan el agravante de incrementar las deficiencias como hierro, vitamina B12, vitamina D, y otros nutrientes, por lo que se deben suplementar con vitaminas y minerales.

• Como profesionales de la salud, debemos ser líderes en diferentes ámbitos para prevenir la obesidad, promoviendo programas integrales que involucren diferentes actores, estando a la cabeza, la comunidad y los diferentes estamentos gubernamentales, colegios, sociedades científicas, medios de comunicación, industrias, para fomentar estilos de vida saludables.

Nota: Si desea observar flujogramas-resumen para evaluación diagnóstico y abordaje (obesidad y comorbilidades) puede mirar en, Estrada, E et al. “Children´s Hospital Association Consensus Statements for Comorbidities of Childhood Obesity”. Childhood Obesity 2014; 4 (10)- DOI: 10.1089/chi.2013.0120.